Ángel Veiga López nació en Madrid en 1915. Sus padres eran Encarnación López Ramos y Jesús Veiga Sánchez. El matrimonio tuvo 6 hijos, de los cuales Ángel era el cuarto. Su padre tenía una escuela en Madrid, en el barrio de Vallecas. Siendo joven Ángel trabajó como fotograbador en un diario madrileño.
Durante la Guerra Civil formó parte del Ejército de la República y como tenía formación, se trasladó con el Gobierno republicano a Valencia y posteriormente a Barcelona, donde ocupó el cargo de suboficial pagador, llevando las cuentas del Estado Mayor.
En la Ciudad Condal conoció a Amanda Martí Marqués (1919-1993), con quien se casó en 1938. En febrero de 1939, el matrimonio y la suegra de Ángel cruzaron la frontera francesa junto al Estado Mayor de la República. En Portbou Amanda y su madre fueron enviadas al campo de concentración de Angulema y Ángel al de Argelès-sur-Mer. Poco tiempo después, fue trasladado al de Sant Cyprien.
Desde ambos campos de concentración le enviaba cartas y dibujos (que él mismo hacía) a su mujer, que estaba embarazada. En febrero de 1939, Amanda dio a luz al pequeño Àngel en el hospital de Angulema. Desde Sant Cyprien Ángel enviaba dibujos con mensajes cariñosos a su hijo y algunos cuentos escritos por él. Finalmente, en febrero de 1940 la familia pudo reunirse de nuevo en el campo de concentración de Angulema. Con la ocupación alemana de la ciudad en junio de 1940, los nazis dieron trabajo a Ángel como albañil.
Àngel Veiga Martí, hijo de Ángel y Amanda nos lo cuenta:
«Al llegar a la frontera mi padre fue encerrado en Argelès-sur-Mer, mientras que mi madre y mi abuela fueron enviadas a Angoulema. Allí nací yo, entre otras personas como nosotros. Mi padre nos enviaba cartas y dibujos que hacía, hasta que se nos concedió la reunificación familiar”1.
El 20 de agosto del mismo año, todos los españoles del campo fueron cargados en un tren de mercancías hacia un destino desconocido. Después de cuatro días de viaje el tren se detuvo y los nazis obligaron a bajar a los hombres, fue en este momento cuando Ángel abrazó a su hijo por última vez, siendo golpeado y obligado a bajar. En otro fragmento de la entrevista Angelito dice:
«Dentro del vagón uno de los deportados empezó a decir que iban a matar a los hombres. Mi padre me cogió en brazos pensando que así los alemanes le dejarían quedarse, pero un golpe nos separó y lo hicieron bajar del tren. Nunca más volvimos a verle”2.
El tren siguió su viaje con las mujeres y los niños españoles, entre los que iban Amanda, su madre y el pequeño Àngel. El destino final fue Irún. Los hombres que habían sido bajados del tren fueron enviados a construir lo que sería el campo de exterminio de Mauthausen. Posteriormente Ángel fue internado en el de Gusen, donde murió el 23 de enero de 1942 por los efectos del frío y la gangrena. Àngel Veiga Martí relata:
«En Mauthausen, mi padre fue enviado al subcampo de Gusen donde tuvo que trabajar en la cantera subiendo piedras por aquellas larguísimas escaleras”3.
Amanda, su madre y Angelito volvieron a Barcelona, donde consiguieron sobrevivir sin apenas nada. La madre trabajaba mientras la abuela cuidaba al niño, quien después se formó como sastre, trabajo que ha realizado durante toda su vida.
Àngel Veiga Martí conoció la historia de su padre gracias a lo que le contaron su madre y su abuela, y desde que se jubiló ha luchado para recuperar la memoria de su progenitor y denunciar el horror que sufrieron miles de españoles en los campos de concentración nazis.
Dibujos hechos por Ángel Veiga López en los campos de concentración a su esposa Amanda y a su hijo.
1 Entrevista personal a Àngel Veiga Martí. 2021
2 Entrevista personal a Àngel Veiga Martí. 2021
3 Entrevista personal a Àngel Veiga Martí. 2021