En marzo de 1940 Carlos Ruiz, con a penas 20 años y sus compañeros fueron llevados a Normandía en unos vagones de mercancías. Llegaron a De Evreux, un campo con barracas militares en las cuales había literas con colchones de paja, una mesa larga en el centro y una estufa. Les dieron ropa militar, comida, pan y café.
Los pusieron a trabajar en la construcción de unos hangares para la aviación militar. La labor de Carlos Ruiz era empujar una vagoneta sobre unos raíles. Transportaba una mezcla de hormigón para los hangares. Al poco tiempo se detuvieron los trabajos porque llegaron noticias de la ofensiva alemana. Carlos fue trasladado al campo para cosechar remolacha.
Cuando la población civil y los soldados comenzaron a huir, Ruiz García y 12 de sus compañeros decidieron abandonar el campo e ir hacia el sur. No tenían papeles y ninguno hablaba francés. Uno de ellos tenía un mapa de carreteras, pero decidieron evitarlas porque eran ametralladas por aviones Stukas alemanes debido a que caminaban por ellas cientos de civiles y militares. Esa decisión les permitió, además, encontrar comida con facilidad. Llegó un momento en la travesía que no tuvieron más remedio que caminar por la carretera. Se encontraron con soldados franceses que no permitían el paso. Ya estaban a las órdenes de los alemanes. Obligaban a la gente a devolverse para despejar las carreteras, ya que debía pasar el ejército alemán.
Caminando, Carlos y su grupo llegaron a la línea de demarcación del armisticio. Querían llegar a la zona que los alemanes no habían ocupado. Decidieron cruzar la línea de día con un letrero que decía “spanier”. Un soldado alemán les pidió sus documentos, que obviamente no tenían. Carlos les dijo como pudo que su hermano estaba en la Legión Cóndor, después de unos minutos el militar los dejó pasar.
En un pueblo cercano a Limoges pudieron comer y dormir en un pajar. Después los trasladaron a una escuela de Limoges. Dormían en el suelo, en donde habían puesto paja y les daban comida. Esta paz duró una semana. El gobierno de Vichy publicó un bando en el que ordenaba la captura de los refugiados españoles. Los detuvieron y fueron llevados a un bosque cercano a un pueblo llamado Saillat. Su trabajo era cuidar a los caballos del ejército. Como estaban muy mal alimentados tuvieron que robar patatas y alguna cabeza de caballo muerto, ya que el resto de la carne se la llevaban los franceses.
En el invierno de 1940 tuvieron que trabajar en una cantera. Su amigo Ribas murió de anemia después de un año de malnutrición y trabajo esclavo. En septiembre de 1941 llegó una comisión alemana a la cantera y se los llevaron al campo de Saint Médard después de una larga travesía. Los pusieron a trabajar en una fábrica de pólvora en Roanne, cerca de Lyon.