Joan Mestres i Rebull nació en El Molar, Tarragona, el 29 de septiembre de 1911. Durante la Guerra Civil fue oficial republicano. Durante la Retirada cruzó la frontera francesa y fue internado en el campo de concentración de Argelès y posteriormente en Agde.
Comenzó a trabajar en las Compañías de Trabajadores Extranjeros (CTE), cerca de París. Cuando se produjo la invasión alemana, Joan, junto con varios miembros de las CTE, huyeron hacia la zona libre de Francia. Unos meses después lo alistaron en un Grupo de Trabajadores Extranjeros (GTE) y fue llevado a la base submarina de Burdeos, que en ese momento se estaba construyendo.
Cuando el tren que los trasladaba se detuvo, Joan escapó, pasando a la clandestinidad e incorporándose a la Resistencia. Su trabajo consistía en ayudar a las personas que necesitaban huir y facilitarles la entrada en el maquis. También conseguía suministros, como ropa, mantas, alimentos, armas e incluso uniformes alemanes. Otra de sus tareas era redactar octavillas en español, resumiendo las noticias que la BBC emitía en francés.
La represión fue brutal y Joan Mestres fue detenido e internado en la prisión de Fort du Hà, ubicada en Burdeos. A mediados de 1942, lo trasladaron al campo de concentración de Compiègne. El 24 de enero de 1943 se lo llevaron en un convoy a Alemania. En él iban 1466 hombres y 230 mujeres. A los hombres los trasladaron a Sachenhausen y a las mujeres a Auschwitz.
La gran mayoría de los deportados eran franceses, sin embargo, en el tren iban más de 50 españoles. Les asignaban una matrícula para identificarlos, a Joan se le dio el número 58537. Al poco tiempo lo destinaron al kommando Heinkel, para trabajar en una fábrica que construía aviones. Dos años después, cuando los aliados estaban por llegar, los kommandos fueron evacuados a pie, formando gigantescas columnas de hombres custodiados por las SS. El 21 de abril de 1945 el campo de Sachenhausen fue liberado, pero Mestres fue puesto en libertad dos semanas después.
Él contaba en una entrevista:
«En la noche del 4 de mayo de 1945, sabedores de la proximidad de las tropas aliadas en los dos frentes, unos amigos franceses, un grupo polaco …y tres españoles, tomamos el acuerdo de evadirnos […]. Después de andar durante un tiempo, difícil de calcular, vimos en medio de un prado, una gran mole de paja. Fuimos hasta ella constatando que por su magnitud era propicia para escondernos con seguridad. Construimos un pequeño túnel y una vez instalados en su vientre taponamos la entrada. Con una buena temperatura interior, dormimos el mejor de los sueños […].
Al despertarnos procedimos a abrir unas oberturas para cerciorarnos de lo que podía ocurrir a nuestro alrededor […]. Lo que nos impresionó es que reinaba un absoluto silencio […]. Ni el estruendo de los cañonazos ni el trepidar de las ametralladoras. El cielo despejado y sin aviones. El silencio que nos envolvía, la inmovilidad de las cosas. ¿Qué ocurriría? El silencio en la guerra es impresionante, inquietante […]. Era el 8 de mayo. ¡Se había firmado el armisticio!. El ejército alemán se había rendido sin condiciones. ¡Era el fin de la guerra!” 1.
En 1959 regresó a Cataluña. Desde entonces no dejó de defender la memoria de los republicanos españoles deportados. En 1978 asumió la presidencia de Amical Mauthausen y otros campos. Dirigió la asociación hasta 1991. Ese año fue nombrado presidente honorífico. Murió el 24 de agosto de 1994.