NIEVES CASTRO FEITO

BIOGRAFÍA

Nieves Castro en febrero de 1936
Nieves Castro en febrero de 1936

 

Nieves pasó su infancia entre dos visiones del mundo. Por una parte, las lecciones del colegio de monjas al que asistía; por otra, el compromiso social de su hermano mayor, José María, secretario general de la Juventud Comunista de Asturias. No tardó mucho en posicionarse.

La familia recibió un duro golpe en 1934, cuando su primo Agustín, con 23 años, fue uno de los “mártires de Carbayín”. Pronto vivieron otro desgarro. José María cayó herido en la defensa de Oviedo, en julio de 1936, le condenaron a muerte y fue fusilado el 23 de diciembre en la Cárcel Modelo.
Nieves ya había abandonado Oviedo. Estaba en Gijón, trabajando con el gobierno republicano en representación de la juventud. Participaba en la atención a los numerosos refugiados que iban llegando a la ciudad.

Dejó Asturias en los últimos momentos de la caída del Frente Norte. Lo consiguió con varios camaradas el día 21 de octubre, desde Avilés, porque en Gijón ya no era posible. Salieron en un barco pesquero en el que se metieron también muchos combatientes. En total 135 personas, con 3 mujeres. El viaje fue arriesgado y estuvieron a punto de perecer. Llegaron 3 días después a la costa francesa y cogieron un tren en La Rochelle para ir a Barcelona a seguir apoyando a la República.

El 8 de febrero de 1939 entró en Francia por Port-Bou. Iba embarazada. Un tren abarrotado de mujeres con niños y personas mayores los llevó a Épinal, en los Vosges, y allí nació su hija Marina. Nieves explica en sus memorias: “Después de unos días de convalecencia me llevaron con mi hijita a un campo. Se encontraba en Bruyères (…) me tocó habitar en la cuadra, donde se encontraban ya instaladas tres familias con niños. Me señalaron los “centímetros” que me correspondían y me dieron la correspondiente paja a los centímetros de terreno…1.

Pronto los refugiados españoles empezaron a ser presionados por las autoridades francesas y por agentes españoles para que volvieran a España. La alternativa eran los campos de concentración. Nieves, como la mayoría, lo tenía claro. El destino fue el campo de Argelès-sur-Mer. “Había sapos y ratas que se paseaban por la arena y me daba miedo que mordieran a la niña2 .

Nieves enfermó y pasó cuatro meses en un hospital. En mayo de 1940 pudo reunirse con su marido en Fumel, que había conseguido abandonar el campo de Saint-Cyprien y fue contratado en una fábrica de esa ciudad, junto con otros españoles refugiados. Pero pronto volvieron a ser trasladados, esta vez al campo de Septfonds. Nieves estaba embarazada de nuevo y allí nació su segunda hija, Anaïs.


Poco después, la familia se pudo reunir de nuevo en Fumel. Nieves continuó su militancia. Las autoridades francesas hacían propaganda a favor de la “Reconquista de España” y, a la vez, empezaron a perseguir a los refugiados españoles que participaban en la resistencia contra los alemanes. Pertenecían al 14º Cuerpo de Guerrilleros. Para su funcionamiento eran muy importantes los “enlaces”, en su mayoría mujeres que actuaban con mucha entereza y valentía, como Nieves. También contaban con las “casas de apoyo”, imprescindibles para el movimiento de resistencia. En sus memorias cuenta: “Se presentó la necesidad de albergar a una camarada que estaba perseguida por la policía (…). Amelia Blaneza del Soto, así había que llamarla”3. Se trataba de Celia Llaneza Coto, también asturiana.

Nieves con sus hijas Marina y Anaïs en 1944

Detención y cárcel

El 8 de noviembre de 1942, Nieves fue detenida en su casa de Fumel. Acabó en Toulouse, en la temida cárcel de Saint-Michel, era el 13 de noviembre de 1942. Le esperaban casi dos años de privación de libertad, separación familiar y sufrimiento.

En noviembre de 1943, Nieves fue trasladada al campo especial de concentración de Noé. Sus camaradas se enteraron de que estaba incluida en la lista de expediciones para Alemania y organizaron su huida. Lo consiguieron en enero de 1944. Tuvo que vivir en la clandestinidad, en casas de apoyo, con falsa identidad. Primero se llamó Marie Laffargue y simulaba ser francesa, después fue Soledad Blasco y era de Madrid.

1ª Tarjeta de identidad como María Lafargue, durante la clandestinidad
1ª Tarjeta de identidad como María Lafargue, durante la clandestinidad
2ª Tarjeta de identidad como Soledad Blasco, durante la clandestinidad
2ª Tarjeta de identidad como Soledad Blasco, durante la clandestinidad

Reincorporación a la resistencia

Portada del libro de Nieves Castro

En su libro dice: “Así podíamos extender documentaciones falsas a los camaradas que ya estaban quemados y que tenían que cambiar de identidad. (…) Este fue mi trabajo durante una temporada”4.

El 2 de junio de 1944 se celebró el proceso que afectaba a Nieves y el Tribunal de Toulouse la condenó, por contumacia, a 5 años de prisión, pero ella seguía en la clandestinidad.

Por fin, el 19 de agosto, se vieron libres de los alemanes y Nieves pudo también disfrutar de su otro sueño, retomar la vida con sus dos hijas, ya que su matrimonio se había roto. Su militancia continuó. Una vez liberada Francia, confiaban en que llegaría el turno de España.

En 1951 nació su tercera hija, Dolores, en recuerdo de Pasionaria, fruto de una nueva relación.

En esos años los comunistas se vieron perseguidos, sin ninguna consideración a los méritos obtenidos por su participación en la resistencia. Nieves se instaló durante un tiempo en Argelia. Todavía en los años 60 las autoridades francesas seguían la campaña de represión contra los comunistas, con registros domiciliarios y detenciones.

Retorno a la patria

Diploma concedido a Nieves en Francia, en septiembre de 1944, reconociendo su participación en la Resistencia, como enlace.
Diploma concedido a Nieves en Francia, en septiembre de 1944, reconociendo su participación en la Resistencia, como enlace.

Nieves volvió por primera vez a España en 1957. En 1967 se instaló en Madrid y siguió combatiendo como pudo al franquismo. En 1981 publicó sus memorias, Una vida para un ideal. Falleció un año después.

1 Castro, Nieves, Una vida para un ideal. Recuerdos de una militante comunista, Ediciones de la Torre, Madrid, 1981. p. 58.

2 Castro, Nieves, Una vida para un ideal. Recuerdos de una militante comunista, Ediciones de la Torre, Madrid, 1981. p. 66.

3 Castro, Nieves, Una vida para un ideal. Recuerdos de una militante comunista, Ediciones de la Torre, Madrid, 1981. p. 87.

4 Castro, Nieves, Una vida para un ideal. Recuerdos de una militante comunista, Ediciones de la Torre, Madrid, 1981. p. 135.

BIBLIOGRAFÍA

  • Castro, Nieves, Una vida para un ideal. Recuerdos de una militante comunista, Ediciones de la Torre, Madrid, 1981.
  • Farreny del Bosque, Charles et Henri, L’Affaire Reconquista de España, 1942-44. Résistance espagnole dans le Sud-Ouest, Espagne au Coeur, 2010