Sabemos poco de la infancia y juventud de Valentín. Consta que nació en Gijón y que tuvo, al menos, una hermana llamada Aurora. Lo encontramos años más tarde viviendo en Tarragona y casado con Vicenta Roca, con quien tuvo tres hijos, Sebastián, Flora (1929) y Valentín (1934). Trabajaba de maquinista y estaba afiliado al PSUC.
El 7 de febrero de 1939, Bonacho cruzó la frontera por Port-Bou camino de un exilio del que ya no regresaría. Su esposa permaneció en Tarragona con los hijos. Su hermana Aurora también se quedó con ellos. La policía franquista, sospechando que era comunista como Valentín, la detuvo y la encarceló. Consiguió convencerles de que había sido miembro de Falange y así pudo salir de prisión tres meses después.
En Francia, Bonacho se enroló en la 68º Compañía de trabajadores Extranjeros (CTE) y residió en Carcasona (Aude) y en Firminy (Loira). Tras la invasión alemana en la primavera de 1940, se quedó en la zona “libre”. Como gran parte de los combatientes republicanos españoles que seguían en Francia, se vio obligado a servir al régimen de Vichy integrado en el 68º Grupo de Trabajadores Extranjeros (GTE). Aunque no cobraban un salario, al menos se sentían protegidos frente a males mayores, como ser deportados a Alemania o repatriados a España.
La situación de Valentín y sus compañeros cambió en 1942. El 68º GTE fue enviado a Saint-Servan-sur-Mer (Bretaña), a trabajar para la Organización Todt en las obras del Muro Atlántico. Esta gigantesca infraestructura defensiva se extendería desde el Golfo de Vizcaya hasta el norte de Noruega con el fin de impedir la invasión aliada por Occidente. Valentín trabajó un tiempo construyendo bunkers y baterías en la pequeña isla de Cézembre, en la bahía de Saint Malo. Después estuvo de camionero, transportando material para las obras del Muro Atlántico y residía en el Château de la Ballue (entre el Mont-Saint-Michel y Rennes).
Desde 1942, Bonacho militaba en la Resistencia Interna Francesa y la Unión Nacional Española. Formaba parte del grupo de “Los Deportistas”, que actuaba en aquella zona de Bretaña y estaba formado básicamente por españoles. Él se encargaba de distribuir panfletos llamando a la población a resistir a los ocupantes nazis. Denunciado por algún vecino, el 23 de marzo de 1944 fue detenido por la Gestapo, acusado de “terrorista” y encerrado en la prisión Jacques Cartier, de Rennes. Allí coincidió con el asturiano Santiago Aller Llamas y el cántabro Lucas Allende Santa Cruz que habían sido detenidos por la Gestapo en Brest, también a finales de marzo de 1944.
Valentín, Santiago y Lucas fueron trasladados a Compiègne el 25 de mayo. Valentín fue el interno nº 37905. El 18 de junio de 1944, los tres amigos republicanos españoles fueron deportados en vagones de ganado al campo de concentración de Dachau, donde ingresaron el 20 de junio junto con muchos otros españoles procedentes de la Cárcel de Eysses (Lot-et-Garonne), entre ellos los asturianos Amador Álvarez Fernández (Langreo), Barrio Joaquín, alias Díaz Ricardo (Oviedo), Manuel Bonet García (Gijón), José María Fombona Bernardo (Blimea), Ignacio Iglesias Suárez (Mieres), Antonio Rodríguez Lorenzo (Oviedo), Alberto Sánchez García (Avilés) y Félix Llanos Alonso (Cienfuegos, Cuba), maestro de Trubia.
El 18 de agosto de 1944, el número 74153 de Dachau (Valentín Bonacho Pacheco) fue enviado al subcampo de Mühldorf. Allí fue obligado a trabajar en condiciones extremas, de nuevo para la Organización Todt, en la construcción de un gigantesco bunker destinado a albergar una fábrica de aviones de combate. Las obras debían estar concluidas en abril de 1945, pero no lo consiguieron en absoluto. Antes de la liberación de Dachau el 29 de abril de 1945 por las tropas estadounidenses, el subcampo de Mühldorf había sido evacuado por los nazis, obligando a los deportados, ya extremadamente debilitados, a avanzar en una “marcha de la muerte” en dirección a Múnich. En Mühldorf perecieron 5.000 hombres. Acabada la guerra, se descubrió una fosa común con los restos de 2.200. No fue hasta 2018 cuando, gracias a la asociación «Por el recuerdo», se erigió un monumento cerca de Mühldorf para sacar del olvido a este subcampo de Dachau.
Valentín logró sobrevivir a aquel infierno, fue repatriado a Francia el 18 de mayo de 1945 y regresó a Saint-Servan-sur-Mer. Después de recuperarse un poco fue a París y se instaló en el distrito 15. Allí se reuniría con su esposa Vicenta y dos de sus hijos, Flora y Valentín.
Valentín Bonacho Pacheco estaba a punto de cumplir setenta y un años cuando falleció. No había vuelto a España. Está enterrado en el cementerio parisino de Montrouge, junto a su esposa y su hija Flora.
El Estado francés concedió a Valentín numerosas y merecidas condecoraciones.
Esta biografía fue realizada por Claudine Allende Santa Cruz (MERE 29 Brest), hija de Lucas Allende Santa Cruz. El Grupo Deportados Asturias ha precisado la fecha de nacimiento, según el registro de Gijón. En varios documentos franceses aparece el 30 de noviembre.